Roma Imperial > Emperadores Julio Claudios > III Claudio
Claudio

Tiberio Claudio César Augusto Germánico (Claudio), nació en Lugdunum (Lyón) el 1 de Agosto del año 10 a.C, hijo de Druso y Antonia la Menor, nieto de la famosa “Madre de la Patria” Livia Drusila, fue el primer emperador romano nacido fuera de Italia.

Tras el asesinato de Calígula por la guardia pretoriana, esta buscó a Claudio, que temiendo ser asesinado por ellos, permaneció escondido en un pliegue de una cortina, cerca de la caída de su tío Calígula, siendo encontrado por el pretoriano Grato, trasladándolo al senado y nombrado inmediatamente Emperador de Roma.

Esta inesperada acción de los pretorianos, se sospecha tenia como fundamento, colocar frente al trono de Roma, a un personaje a modo de títere que pudieran manejar a su antojo, más aun, cuando era tenido por tonto, torpe, y poco inteligente.

Efectivamente Claudio, nació según parece con algunas deficiencias, tics convulsivos que le hacían girar la cabeza constantemente, (podría ser, según los expertos actuales, tuviera el síndrome de Tourette), una visible cojera (quizás debido a la poliomielitis), con una persistente tortomudez, probablemente producida por su gran timidez, y el desprecio de que era objeto, especialmente por su madre Antonia, refiriéndose a Claudio como, el estúpido, el tonto, con la frase despectiva, al referirse a alguien, “es tonto como Claudio”, convirtiéndolo en un ser retraído, huidizo e introvertido.

Esta aureola negativa de Claudio, le persiguió hasta nuestros días, basándose en los relatos de sus contemporáneos, si bien los historiadores actuales, no lo clasifican como un emperador muy eficiente, si existen discrepancias, sobre la auténtica valía de Claudio o sus errores, como gran parte de sus biógrafos le atribuyen.

Parece ser que realmente su juventud fue bastante anodina, afianzada esta opinión, por su carácter introvertido, y el rechazo hasta el punto de, ser desestimado para algún cargo público o militar, como pudiera corresponder a un miembro de la familia Julio Claudios. Pero en esto se equivocaron los pretorianos.

Claudio, tenía un gran apego a las obras de Atenodoro, por lo que aprendió medicina, geometría, griego y matemáticas, así como un gran aficionado a la historia, la cual practicó escribiendo, su autobiografía, historias sobre los cartagineses, fenicios, etruscos, las guerras civiles que hubieron en Roma, y tratados de leyes, todos estos libros se han perdido, de cuyas noticias, nos han llegado gracias a historiadores, como Plinio, Tácito o Suetonio.

Para suerte de Claudio, a causa de sus deficiencias físicas, se pudo librar de las purgas que la propia familia efectuaba entre sus componentes, que aun despreciado por su abuela Livia, Claudio procuraba no llevarle la contraria, igual que a su tío Calígula, salvándose de ser eliminado, como tantos otros miembros familiares, incluso su Tío Calígula le nombró senador en el consulado, trabajando junto a él.

Como sabemos, fue nombrado Emperador de Roma, por los pretorianos el 24 de agosto del año 41 d.C, siendo bien acogido por el pueblo, sobre todo por ser hermano del héroe de Roma, Germánico.

Aunque Claudio, tenia orientaciones republicanas, no las hizo saber, por temor a no ser bien aceptado por el Senado, precisamente su primera medida como gobernante, consistió en perdonar a los asesinos de su tío, aunque parece ser conocía el complot contra Calígula para asesinarle, contentando a los pretorianos con una paga de 15.000 sestercios, (desembolsados de su patrimonio particular), a fin de acreditarse su lealtad.

Claudio a pesar de su aparente incompetencia, gobernó Roma con acierto, reparando todo aquello que su antecesor dejó malparado, sobre todo se preocupó por la aportación del trigo que tanto dependía el Imperio Romano, dando primas especiales a los navegantes a fin de que se arriesgaran en la época invernal, para transportar trigo desde las provincias frumentarias (productoras de trigo, como Hispania, o Grecia) promulgó leyes que el mismo creaba, según las exigencias del estado, como hacia la comunidad en general, fue un buen militar o mejor dicho estratega, las malas lenguas decían que era debido a tener buenos generales, pero el caso es que Claudio era quien los elegía, al igual que a los miembros de su gobierno.

Emprendió la conquista de Britania, que su tío Calígula no fue capaz de llevar a cabo, si bien no participó directamente, aun estando al frente de sus tropas; venciendo a su jefe Caractaco, siendo el primer rey al que un emperador perdonaba su vida, Caractaco, tras unos años en prisión, se le permitió volver a Britania, donde fue repuesto como rey de los británicos, siendo leal y aliado de Roma, a quien pagaba tributo.

Aun siendo honesto, trabajador y preocupado por su pueblo, Claudio, tuvo que soportar múltiples complots para asesinarle o apartarle del trono, que sofocó con dureza, siendo condenados a muerte muchos senadores por tal causa.

Emprendió Claudio, múltiples obras ciudadanas, reparando y construyendo acueductos para proveer a Roma de agua, siendo las mas conocidas “Aqua claudia, Anio Novos o Aqua Virgo”. Desecó el lago Fucino, convirtiéndolo en campos de labor, aunque los problemas de agua no se solucionaron hasta bien entrada la época moderna, construyó un nuevo puerto al norte de Ostia, para mejorar el tráfico marítimo que debia abastecer a Roma, e hizo navegable el río Tíber.

Familiarmente Claudio, no tuvo mucha suerte con sus bodas, es conocida por la historia su segunda esposa, Mesalina, famosa por los amoríos con todo aquel que le apetecía, consintiendo Claudio en ello, con tal de que le dejaran acostarse con sus sirvientas, y beber vino, sus dos vicios más característicos.Mesalina no obstante fue acusada de alta traición, por lo que se le condenó a muerte, acabando así sus devaneos.

Claudio chocó con el sendo, al querer favorecer principalmente, a sus libertos en cargos de estado elevándolos incluso a una mayor categoría que muchos de los senadores, Narciso se encargó de la correspondencia, Palas de las finanzas, Polibio de la organización administrativa y cultura, y Calixto de las peticiones que iban dirigidas al Emperador Claudio, todo ello motivo varios intentos subversivos, que fueron reprimidos con dureza.

Tácito cuenta, que favoreció en gran manera al español Séneca, millonario que se dedicó a la filosofía, departiendo en ocasiones conversaciones con Claudio. Posteriormente el Emperador de Roma, se casó por tercera vez, con Agripina, mujer muy ambiciosa, ansiando esta ya en la ancianidad de Claudio, que su hijo Nerón, fuera el sucesor de Claudio, con lo cual nuevamente se produjeron complots, terminando con la vida de Claudio, al parecer por mano de la misma Agripina, en el famoso envenenamiento por setas que le ofreció en una cena a su marido (amanita faloides), en Roma el 13 de octubre del año 54 d.C, dando paso Roma a un periodo convulso, entre ambiciones y asesinatos.

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