Costumbres y leyes romanas
Si en algo se han distinguido los romanos dan fe de ello en la elaboración de sus leyes que han sido la base jurídica a través de los siglos sucesivos a su civilización, que han conformado las bases del marco jurídico en el mundo occidental.
Desde la irrupción romana en el Lacio a partir de la fundación de Roma en el año 753 a.C de forma rudimentaria, rigieron leyes consuetudinarias, trasmitidas a través de sucesivas generaciones de forma oral, siendo acatadas con la naturalidad propia de un incipiente país por el cual todos sus habitantes debían contribuir a su consolidación. Pero en el transcurso de su creciente evolución la vida se hizo más compleja teniendo necesidad de ofrecer soluciones a los nuevos retos planteados por la sociedad romana, plasmándose en un primer momento unas normas escritas por la Ley de la 12 Tablas, y a partir de entonces sucesivamente se fueron creando nuevas leyes en adecuación a estas necesidades, para mejor evolución de la civilización de Roma.
Al mismo tiempo aquí se va a tratar de ciertas costumbres romanas un tanto peculiares, y en no pocas ocasiones en términos de una crueldad difícilmente imaginable, por las cuales se da a conocer la idiosincrasia de este pueblo milenario, que aglutinó la singular manera de vivir del mundo tanto occidental como parte del oriental, hasta la caída del imperio romano.