Dinastía Constantiniana
Nueva concepción de gobierno colegiado, en el decadente Imperio Romano.
Una de las características de la Dinastía Constantiniana, se fundamentaba en la sucesión de emperadores provenientes del estamento militar, en cortos periodos sucesorios repletos de luchas intestinas por el poder.
El emperador Diocleciano, último del periodo anárquico del siglo III, dejó de ser un elemento aglutinador, al entrar en conflicto los tetrarcas de este periodo, por lo que el Imperio Romano se dividió en esferas territoriales de la siguiente manera: Galerio, quedo al frente de Asia Menor, Grecia y los Balcanes, Constancio Cloro dominó Hispania, las Galias y Britania, a Maximino Daya se le confió Italia, África parte de la diócesis de Panonia que finalmente paso a manos de Severo.
Todo ello da lugar al paso de la Dinastía Constantiniana, que más tarde se irá consolidando, al paso de las subsiguientes desavenencias, con el perjuicio del gobierno de Roma, ya de por si muy tocado, dando lugar a una nueva crisis de la Tetrarquía.
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