Roma Imperial > Emperadores romanos complementarios > VII Maximino

Galius Julius Verus Maximus, nació sobre el año 173 d.C, en Mesia o Tracia, hijo de un godo y una alana, llamado Maximino el Tracio por tal motivo, y el primer emperador romano de origen bárbaro.
Parece ser que por causa de su gran altura y fortaleza, se ganó la fama de hombre hercúleo, y probablemente influyó en su nombramiento de emperador, sus soldados lo elevaron al trono de Roma, otorgando el título de césar a su hijo Máximo. No obstante las tropas asiáticas y africanas no estuvieron de acuerdo con la ascensión de Maximino, sublevándose, poniendo en su lugar al frente del Imperio Romano, a un cónsul, del cual se ignora su nombre, pero no pudo ser emperador, al ser asesinarlo por un envidioso compañero de armas.
Maximino con la aquiescencia del Senado ocupó el solio de Roma, por lo que las tropas antes hostiles, acataron su nombramiento. Maximino al no poder entrar en Roma, quiso ganarse su puesto de jefe del gobierno, emprendiendo una campaña contra los germanos, atacándolos en su propio terreno. El emperador envió una carta a los senadores, jactándose de haber vencido y saqueado en un radio de 400 millas a los bárbaros, concediendo a su hijo los títulos de Germánico, Sarmático y Dácico.
A pesar de todo Maximino, no acababa del todo en ser beneplácito del Senado ni al pueblo romano, a pesar de los éxitos militares, y casi estuvo a punto de entrar en Roma, pero según las leyes establecidas, ningún militar podía entrar en la ciudad ni tampoco su ejército, el cual en todo caso debía acampar a las afueras de la ciudad, para lo cual se elevaron plegarias para evitar la entrada de Maximino a Roma.
Maximino iba adquiriendo fuerza, con la intención de marchar sobre Roma, por lo que dos jóvenes nobles, sublevaron a las tropas poniendo como garante del imperio al viejo Gordiano, el cual tuvo, aun a su pesar, en aceptar el trono de Roma, declarando al mismo tiempo enemigo número uno a Maximino, aun así éste prosiguió su marcha hacia Roma, llegando a Isonzo (Eslovenia), presentándose ante Aquilea (norte de Italia), oponiendo esta una férrea resistencia, impidiendo a Maximino poderla conquistar, lo que salvó a Roma de su avance sobre la ciudad.
Ante la situación peligrosa de Italia por el acercamiento de Maximino, Pupieno organizó un flota en Rávena, impidiendo al ejército imperial todo posible asalto a las murallas, condenando a Maximino al hambre por falta de víveres y refuerzos, al mismo tiempo el Senado mandó reclutar un poderoso ejército para hacer frente a una posible invasión. La cuestión es que bajo el concurso de todos sus oponentes, Maximino se vio incapaz en deshacerse de sus adversarios e incluso abandonado por sus tropas, y siendo anunciado de la muerte de su hijo Máximo, tras lo cual viendo la causa perdida, él mismo se quito la vida con su propia espada, ante Aquilea el mes de abril del año 238.
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