Antigua Roma > República romana > Expulsión de Los Tarquinos

El rey Tarquino el Soberbio, intentó contra Roma formar una liga que le fuera propicia, junto a los latinos y sabinos, aprovechando el favor de los plebeyos, su pretensión era imponer el reino de Etruria sobre Roma, y ésta, romanizar a los etruscos con la ayuda de los patricios, los cuales detentaban el poder, tanto político como económico.
El rey Tarquino el Soberbio, intentó contra Roma formar una liga que le fuera propicia, junto a los latinos y sabinos, aprovechando el favor de los plebeyos, su pretensión era imponer el reino de Etruria sobre Roma, y ésta, romanizar a los etruscos con la ayuda de los patricios, los cuales detentaban el poder, tanto político como económico.
Como muchas ciudades eran de un nuevo gobierno republicano, Roma substituyó a sus reyes por aristócratas, no obstante varias ciudades etruscas, tales como Tarquinia, Caere, Clusium, Vulci, y Veyes codiciaban dominar a Roma, con lo que Tarquino el Soberbio, se animó en la prosecución de su plan conquistador.
Es aquí donde entra en juego el rey de Clusium, Porsena, aunque se sabe muy poco sobre este personaje, parece ser que su intención era continuar con la monarquía, disponiéndose a atacar Roma, estableciendo cerca de ella un campamento militar, desde el cual lanzó sus tropas hacia Roma, uniéndosele las ciudades de los latinos y sabinos, atacándola y venciéndola, teniendo esta que restituir a Porsena todas las tierras de Etruria ya ganadas anteriormente.
Sobre este concreto episodio, surgió la leyenda, la cual explica que según parece Roma, envió un sicario llamado Mucio Escévola, al campamento de Porsena con el propósito de asesinarlo, efectivamente Escévola logró introducirse en una de las tiendas, pero confundió a Porsena por uno de sus generales, al cual mató, Escévola fue detenido inmediatamente, y este para evitar ser ajusticiado por su acción, fingió arrepentimiento, queriendo demostrar su total adhesión al rey de Clusium, por lo que aprovechando un brasero cercano, introdujo la mano asesina entre las brasas del mismo, hasta consumírsela totalmente, sin proferir queja alguna o mostrar dolor físico.
Porsena, ante el gran valor y arrepentimiento de Mucio Escévola, le perdonó la vida. Este acontecimiento se escenificó a partir de entonces durante todo el Imperio Romano, celebrándose en todos los teatros, tan real se representaba, que el actor con el papel de Escévola, era un esclavo, el cual debía abrasarse la mano impertérritamente, de lo contrario era condenado a ser quemado vivo.
Tarquino el Soberbio, quiso aprovechar la ocasión por la derrota de Roma, para pedirle a Porsena, la restitución como soberano romano absoluto, lo cual no fue aceptado, siendo esto el motivo de la expulsión definitiva de los Tarquinos, comenzando desde entonces la implantación de la República Romana.
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