Roma Imperial > Los Valerianos > II Valente
Valente

Fafius Iulius Valens, nacido en Cibalae (en Croacia, actual ciudad húngara) en 9 de agosto del año 328, hijo de Graciano el Viejo.

ValenteRoma a su hermano Valentiniano I, queriendo el general romano Procopio apropiarse del gobierno, el cual no logró sus propósitos al ser traicionado por sus propias tropas estacionadas bajo su mando, en Tracia y Bitinia. Valente aun habiendo promulgado el edicto de tolerancia junto con su hermano Valentiniano I, un tiempo antes, no lo respetó, por cuanto persiguió a los intelectuales paganos, a los astrónomos y astrólogos, inclinándose por la herejía arriana.

Valente, continúo teniendo problemas con las fronteras del Imperio Romano, por la gran presión que ejercían los persas y sobre todo por las tribus de todos los godos. Por lo que Valente tuvo que librar duras batallas contra estos contingentes de bárbaros, viéndose por ello obligado a firmar tratados de paz con los visigodos, impusiéndoles la prohibición de traspasar el Danubio, pero se encontró con la circunstancia de tener que respetar las condiciones que tenian de federados, adquiridas ya en base a los tratados con los visigodos, preexistentes desde los tiempos de Constantino el Grande, cuyo resultado de ello era que estas tribus se fueron asentando en territorio romano, teniendo Valente que accederles permiso a fin de que los visigodos pudieran atravesar el Danubio. Valente tuvo además que afrontar la amenaza de los hunos y alanos, cuya poderosa fuerza los visigodos no pudieron contener, por tal motivo Valente, no tuvo mas remedio que permitirles el tan ansiado paso del Danubio, uno de los primeros errores estratégicos, que le pasarían factura a Valente.

El enemigo en su propia casa, estaba servido, ya que estos pueblos bárbaros, se dedicaron al saqueo y pillaje allí por donde pasaran, resultando contrario al pensamiento de Valente, creyendo tener a las tropas de los visigodos a su favor, como un eficaz medio disuasorio hacia las infiltraciones de los bárbaros, viéndose no obstante defraudado en sus cálculos militares, otra equivocación mas que pesaría como una losa, difícil de corregir a esta altura de las circunstancias.

Valente quedó desbordado, ante este peligro en su propio terreno, sumándosele a todo ello, las invasiones de las tribus esteparias que desde Rusia fueron invadiendo con fuerza, sobre todo los hunos y alanos, desolando todo a su paso, llegando incluso a las puertas de Constantinopla. Valente se vio obligado a organizar un numeroso ejército, con la ayuda de su sobrino Graciano, con el cual calculaba poder enfrentarse ambas fuerzas, a las hordas bárbaras en Adrianópolis, actualmente zona turca de los Balcanes, a medio camino de la antigua capital Estambul (Constantinopla).

El Imperio Romano asediado por todas sus fronteras, llega el golpe que ha de acabar con esta civilización, en la famosa Batalla de Adrianópolis, una de las mas humillantes derrotas que Roma hubo de soportar, cuyo resultado fue el definitivo fin de las legiones romanas.

Valente impaciente por entrar en la lucha, no espera a las tropas de su sobrino Graciano, y a pesar de que el visigodo Fritigeno, intenta una componenda para evitar la batalla, pero al mismo tiempo impaciente por iniciarla, comienza la lucha el 9 de agosto del año 378, donde Valente se fía de sus disciplinadas legiones y la caballería, al mando de los tribunos Cassio y Bacurio.

La batalla se desarrolla en cinco fases, donde las tropas de Valente, toman la iniciativa, pero los visigodos atacan a los romanos con mucha decisión, y la caballería irrumpe a espaldas de los legionarios que no pueden utilizar adecuadamente sus almas, siendo diezmadas, puesto que entremezclados con la caballería goda, los soldados de infantería llegan a un cuerpo a cuerpo terrorífico.

Toda vez que Valente sin el apoyo imprescindible de los refuerzos de las tropas de Graciano, pierde una oportunidad por su mala praxis militar. La Batalla de Adrianópolis, se salda con una terrible mortandad por ambas partes en lucha, pero los romanos son derrotados, lo que sería su última batalla y con ello la oportunidad de seguir dominando el mundo precipitando rápidamente la Caída del Imperio Romano. Valente cae en la lucha, ese mismo día, donde según distintas versiones, fue alcanzado por una flecha, o bien herido, es retirado a una torre, donde junto con varios de sus generales, murieron abrasados por el incendio que provocaron los visigodos, el caso es que nunca se pudo encontrar el cuerpo del Emperador Valente.

                                        Artículo relacionado

 Constantino I el Grande

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Puedes usar estas etiquetas y atributos HTML:

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>