Roma Imperial > Los Valerianos > I Valentiniano I

Flavius Valentinianus, nació en Cibalis (Panonia), un 17 de noviembre del año 321, hijo de un cordelero llamado Graciano el Viejo.
Valentiniano I accedió al trono tras la repentina muerte de su antecesor Joviano. Su primera política fue contraria a lo establecido por Juliano el Apóstata, asegurando además el centralismo de su gobierno, renovando a la clase política, donde los panonios ocuparon los principales puestos militares y administrativos.
En un principio Valentiniano gobernó en solitario, hasta la asociación con su hermano Valente al cual confió Oriente, estableciendo la capital en Constantinopla, ocupándose Valentiniano de Occidente fijando la capita momentáneamente en Milán. Por su parte Valente tuvo que luchar contra los godos y los persas, ya que el general Procopio, pariente de Juliano quiso usurparle el poder, poniéndose al frente de los destacamentos de Capadocia autoproclamándose emperador, siendo vencido por Valente, Procopio fue capturado y decapitado.
La Galia también fue escenario de batallas en la frontera con el imperio, que Valentiniano supo defender, cercando a los insurgentes en el Rin donde fueron eliminados. Britania también se levantó en armas, enviando Valentiniano a su mejor general, Teodosio, el cual pudo deshacer las tribus de los pictos de Escocia, los escotos de Irlanda, y combatir a los piratas sajones, aun tras los buenos servicios que prestó Teodosio al Imperio Romano, éste es destacado injustamente a África, surgiendo un injusto complot en su contra por funcionarios corruptos, los cuales calumniaron a Teodosio, siendo detenido acusado de traición y, tras un vergonzoso juicio, condenado a ser decapitado en la ciudad de Cartago.
En el plano religioso Valentiniano, como se ha dicho en un principio, apoyó la causa cristiana, existiendo buena concordancia sin las importantes disputas surgidas del lado Oriental del Imperio Romano, imponiéndose el credo niceno obteniendo un amplio eco en todos los niveles sociales, descollando el papa Dámaso, y el obispo de Milán Ambrosio, dando un gran impulso a la organización eclesiástica, sobre todo tras el Concilio de Roma en el año 372.
Valentiniano fue un militar brillante, teniendo que acudir a muchos frentes por las continuas razias de los bárbaros que iban invadiendo el territorio romano, pero el relevo en el dominio del mundo entonces conocido, era imparable.
Sucedió, que los quadios de Moravia invadieron Panonia e Iliria, por lo que Valentiniano movilizó a sus legiones para combatirlos, y expulsarlos del territorio ocupado, que además estaba siendo devastado por afán de botín de los incursores. En cuanto las tropas de Valentiniano se presentaron, los quadios huyeron despavoridos ante las legiones de Roma; Valentiniano tras su razia punitiva, volvió en otoño a su cuartel general en Aquinco (Buda), donde estando reorganizando a sus tropas, se presentó una delegación de los quadios, para concertar una paz, Valentiniano tenía un gran defecto, y era que se encolerizaba con cierta facilidad, por lo que en cuanto vio aparecer a los quadios con tales propuestas, ante el poderoso ejército romano, con sus sucias y desarrapadas vestimentas, sintió Valentiniano que le invadía la indignación, sin poder contener la humillación en soportar a unos bárbaros tan pretenciosos, se enfureció tan violentamente, que le sobrevino un vómito de sangre, produciéndole la muerte, esto ocurría el 17 de noviembre del año 375, tras doce años de gobierno.
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